Maria: en nuestra cultura es habitual ponerle velas a los difuntos y santos, asi como hacerles peticiones. Me gustaria saber si esas velas les ayudan realmente y si es bueno o no hacer esas peticiones. gracias, un saludo.

Núria: Hola, Maria. Es verdad que esta costumbre existe en un intento nuestro de dar a los muertos algo de luz (en forma de vela) en su camino "de vuelta a casa". Por lo que yo he podido experimentar te puedo decir que realmente ellos no las necesitan (las velas).
El ser que ya está en la luz (que ha pasado de plano) está en disposición, si así lo desea, de ayudarnos en algún momento de nuestra vida, siempre y cuando nosotros se lo pidamos.
El ser que "no ha cruzado" y se mantiene aquí por el motivo que sea (miedo, falta de conciencia de su muerte física, miedo a abandonar a los seres queridos, o culpa ...), permanece  a nuestro lado y no es algo muy positivo (si se le puede dar un adjetivo). A mi entender las velas lo retienen aún más porque al encenderlas, aunque sea con la intención de ayudarles, lo que hacemos es llamarles junto con un sentimiento de pena y dolor.
Después los llamados santos tampoco necesitan de la luz como soporte para nuestras plegarias. Si deseas pedir algo y no tienes velas ellos te oyen de igual modo. Porque las plegarias se escuchan "desde el corazón". Lo que sí es hermoso es iluminar una estancia con velas pero ponerlas para nosotros mismos. Para darnos quietud, equilibrio y luz, y todos aquellos seres que nos aman y no están en nuestro plano (seres queridos en la luz, guías, santos, etc...) acuden para estar con nosotros, en un estado de amor y bienestar profundo para compartir un instante de paz.
Eso es lo que las velas nos proporcionan: Paz para nuestro corazón.
Un abrazo de Luz