Las cuatro barreras en la búsqueda del Ser (una búsqueda interior)

1. La inercia

Siempre has buscado en el exterior ese misterio insondable sobre la vida, quién eres y qué haces aquí. Mirar en tu interior es algo nuevo y desconcertante.

2. El parloteo de tu mente egoica

Por poco que hayas intentado interiorizar habrás descubierto que tu mente no para nunca. No intentes forzar nada. Mucha gente recurre al alcohol, a las drogas, ..., para acallar su mente, porque a la mente le encanta escucharse. El éxito del yoga, del taichi, de la meditación, radica en la creación de pequeños espacios en los que tu mente pierde el foco.

3. La incomodidad 

Las nuevas sensaciones que provoca ir hacia tu interior suelen ser desagradables. Puedes encontrar capas y capas de recuerdos, de emociones reprimidas, y tu mente intentará evitar el dolor, el sufrimiento, a través de mecanismos bien conocidos, como la negación, la huida, la ocultación, ...

4. La soledad 

El camino interior es un camino en solitario. Tu mente huye del sentimiento de soledad porque ante todo teme verse reflejada en su propio espejo. Así buscará e ideará formas de mantenerte alejado, distraído, ocupado, ...

Cuando estás totalmente identificado con tu mente, no te resultará fácil evitar estos 'cuatro guardianes'.

La buena nueva, es que no hace falta que luches contra ellos, ni contra tu mente. De todas formas tu mente tiene mecanismos de defensa muy elaborados.

Ha llegado ya ese momento en el que estás realmente aburrid@ de vivir siempre bajo el drama, cansad@ de no ser feliz, agotad@ de tener que pelear por todo y de caer siempre en las mismas trampas, ... y por fin has cedido el control de tu vida a tu Ser superior.

Así que respira hondo y permítete ser tú mismo. Nada más será necesario.

Todo empezará a cambiar ... el camino interior se volverá sencillo. Tu mundo exterior se transformará a medida que tú lo vayas haciendo.

Tu mente intentará retomar los viejos hábitos. No te preocupes. Respira hondo y permite.

A tu alrededor habrá gente que intentará imitarte. También habrá otros que se enfadarán contigo porque el cambio supone para ellos una amenaza.

Respira hondo y permite el cambio. Es un cambio de consciencia.